La liberación es un concepto estadístico, con una teoría compleja, que vamos a intentar sintetizar de manera clara. El tamaño de liberación es aquel en el que la mayoría de las partículas se encuentran en condiciones de ser beneficiadas. Existe una liberación económica que es aquella que produce el mayor número de unidades monetarias de beneficio, lo cual introduce el concepto costo de molienda en la liberación.
Efectivamente, se trata de un criterio económico por tres motivos:
Las especies minerales se encuentran en la naturaleza entremezcladas, generalmente de manera muy compleja, y se hace necesaria la separación física de las diferentes especies (en el caso de a concentración gravimétrica y la flotación) y la exposición de la superficie de los metales sobre los que queremos actuar (en el caso de la lixiviación).
Esta diferenciación nos da, como vemos, al menos dos tipos de liberación, dependiendo del procedimiento que se vaya a seguir luego, es decir, un mineral puede estar liberado a efectos de lixiviación si los planos de fractura son los adecuados y las superficies de los metales están expuestas al reactivo y, sin embargo, no estar liberada para una concentración gravimétrica, por formar la partícula de oro parte de un “mixto” con minerales ligeros y no tener una densidad diferencial.
En el caso de la liberación, la naturaleza está de nuestra parte, ya que generalmente el oro (y casi todos los minerales a valorizar) se encuentran en las zonas de contacto entre los diferentes minerales de la matriz, lo que, de alguna manera, facilita la recuperación de los metales por lixiviación a moliendas más gruesas. El ejemplo más típico son los contactos de los filoncillos de cuarzo con la roca madre (granito, skarn o cualquiera otra de tipo plutónico) que es donde generalmente se concentra el oro.