Es una actividad para la que ningún Director de Proyecto cree que tiene la información, en el momento en el que empieza con la Planificación.
Se trata de otra de las actividades de la “hoja en blanco” que tanto aterrorizan a los noveles y que tanto gustan a los veteranos. Haciendo el símil deportivo de los partidos difíciles, esta es una de las diferencias entre “los hombres y los niños”.
Es probablemente el trabajo más creativo, en el que se puede efectuar la mejor aportación y la que va a traducirse en mayores beneficios y ahorros en el proyecto en su conjunto, por “unidad de esfuerzo”.
Hemos de considerar los medios que la Ingeniería va a aportar, pero debemos pensar en los “huecos de trabajo” que no van a ser cubiertos por nadie y pensar como dotar de medios y de personal dichos trabajos.
Se trata de una estructura en la que las tareas son como “amebas” bajo un microscopio, pero que dejan huecos que hay que llenar con otros elementos. Es decir quedan muchas actividades en “tierra de nadie” que cuanto antes se identifiquen y se asignen al personal concreto mejor para la buena marcha del negocio.
Como ejemplo, generalmente, la administración y el papeleo burocrático tienden a ser olvidados por los “técnicos puros”, con lo que a mitad del proyecto no es anormal que se produzca un colapso administrativo, por falta de dotación de personal para dichos cometidos.
La consecución de Informes, tanto los internos, como los destinados a Administradores, Bancos, Entidades financieras, etc. suele ser otro trabajo que tiende a minusvalorarse, así como las relaciones públicas y las reuniones con las diferentes Administraciones.
Desgraciadamente estos trabajos requieren por parte de las empresas dedicación de los “primeros espadas” y, por ejemplo, no se puede nombrar a una persona que se encargue de las visitas “no importantes”, porque es difícil discriminar esas visitas de las “importantes”. Por ello, los responsables de los proyectos deben dedicar una parte de su tiempo a esos cometidos de “relaciones públicas”, especialmente con accionistas, bancos y fondos de inversión.
Entrando más en detalle en Planificación, “sensu estricto”, conviene tener herramientas informáticas sencillas, que nos permitan el seguimiento de la planificación y un control de costos “de andar por casa”.
Los programas informáticos clásicos tipo Primavera, Microsoft Project, etc., son herramientas extraordinarias, pero que por su propia complejidad requieren personal muy especializado y dedicado casi en exclusiva. Por poner un ejemplo: es como Autocad, que es un programa espectacular de diseño, pero que requiere unos conocimientos, una dedicación y una práctica que están fuera del alcance del técnico estándar de proyecto.
Si disponemos de algún especialista en planificación, seguimiento y control de costos de proyecto será de extraordinario valor, pero si, por el contrario, tenemos las personas normales que circulan en los proyectos, tendremos que contentarnos con procedimientos más rupestres.
Una vez dicho todo esto, es conveniente dedicar, en etapas tempranas de proyecto, el tiempo necesario a planificar nuestras actividades, identificar nuestras cargas de trabajo y las de nuestro personal y localizar los recursos adicionales que puedan ser requeridos.