Gestión del agua en proyectos mineros
La minería moderna exige y prioriza una relación sostenible con el entorno, así como un aseguramiento de la eficiencia en el uso de los recursos naturales y la minimización de su impacto en el medio.
El agua es de los primeros retos que afronta un proyecto minero, dado que, tanto por su escasez como por su exceso, da lugar a importantes inversiones en captación, conducción, distribución, almacenamiento, tratamiento y evacuación o reutilización de aguas, previa depuración para su retorno a las masas de agua.

Agua y el proceso minero
Las tres premisas principales de cara a gestión de agua en los proyectos mineros son:
Minimizar la afección al medio.
Para ello se evitará, mediante canales perimetrales, que todas las aguas de lluvia y escorrentía que caigan sobre terrenos inalterados entren en contacto con zonas alteradas tales como escombreras, depósitos, edificios, derivándolas de nuevo a sus cauces naturales.
Reducir el consumo de agua.
El principal punto de consumo de agua será el proceso productivo. Para minimizar este consumo, se trabajará en condiciones de vertido cero, recirculando y reutilizando todas las aguas de nuevo en el circuito de proceso, se le llamara, agua de proceso.
Circuito cerrado de aguas alteradas.
Todas las aguas de lluvia y escorrentía que caen sobre terrenos alterados (escombreras, depósitos, edificios, etc.) se gestionarán de forma independiente e integrarán dentro del sistema, para ser utilizadas en el proceso productivo como agua de proceso.